Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades…¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero -le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante.

B. DURRUTI

viernes, noviembre 23, 2007

FERNANDO FERNÁN GÓMEZ









Fernando Fernán Gómez ha fallecido el miércoles 21 de noviembre de 2007, este es un día triste para su familia y amigos y todos los que lo conocieron y para nosotros los anarquistas y anarcosindicalistas, especialmente porque se nos ha ido uno de nuestros compañeros. De todos es conocido su ideología anarquista y su simpatía por la CNT y el movimiento libertario, apoyó con su presencia el mitin de Montjuic en 1977 y perteneció durante la transición al Sindicato de Espectáculos de Barcelona. Fernando fue siempre un inconformista, defensor de la causa de los desposeídos, ha sido siempre un hombre comprometido socialmente tanto en su vida como en obra y fiel a sus ideas hasta el final, ha querido hacer su último viaje envuelto en la bandera roja y negra del anarcosindicalismo.


Actor y director de cine español, novelista y autor teatral, conocido por el gran público principalmente por su labor interpretativa. Obtuvo sus primeros éxitos con producciones locales de posguerra como La mies es mucha (1948), de José Luís Sáenz de Heredia, en la que interpreta a un misionero español que sucumbe heroicamente, o Botón de ancla (1947), de Ramón Torrado, en la que encarna a un guardiamarina. Con los años, este prototipo de hombre sencillo y bueno ha ido derivando hacia personajes más profundos y extraños, como el profesor de derecho auto esclavizado de Stico (1984), sátira de Jaime de Armiñan, por la que el actor obtuvo un Oso de Plata del Festival de Berlín. Sin embargo, donde ha logrado sus mejores frutos ha sido en el terreno de la dirección, también en su madurez, con varias películas entre las que sobresalen El viaje a ninguna parte (1986), basada en su novela homónima publicada en 1985, Mambrú se fue a la guerra (1986), o El mar y el tiempo (1989), que también interpreta. En 1987, con la inauguración de los Premios Goya, conseguiría cuatro de estos galardones: a la mejor película, al mejor guión y a la mejor dirección por El viaje a ninguna parte, y a la mejor interpretación por Mambrú se fue a la guerra. Como autor teatral, ha obtenido un gran éxito con Las bicicletas son para el verano, Premio Nacional Lope de Vega en 1978, adaptada al cine en 1983 por Jaime Chávarri. Fue también Premio Nacional de Teatro en 1984, y en 1987 fue finalista del Premio Planeta con su novela El mal amor.


Nuestra más sincera condolencia para su familia y para el: nuestro reconocimiento y admiración. Compañero aunque te hayas ido tu recuerdo permanecerá imborrable en nuestros corazones, que la tierra te sea leve.