Siempre hemos vivido en la miseria, y nos acomodaremos a ella por algún tiempo. Pero no olvide que los obreros son los únicos productores de riqueza. Somos nosotros, los obreros, los que hacemos marchar las máquinas en las industrias, los que extraemos el carbón y los minerales de las minas, los que construimos ciudades…¿Por qué no vamos, pues, a construir y aún en mejores condiciones para reemplazar lo destruido? Las ruinas no nos dan miedo. Sabemos que no vamos a heredar nada más que ruinas, porque la burguesía tratará de arruinar el mundo en la última fase de su historia. Pero -le repito- a nosotros no nos dan miedo las ruinas, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones. Ese mundo está creciendo en este instante.

B. DURRUTI

domingo, febrero 27, 2011

Ratzinger, acusado ante La Haya de ocultar los abusos sexuales


El Tribunal Penal Internacional de La Haya tendrá que decidir si abre una causa contra Benedicto XVI por posibles "crímenes contra la Humanidad" tras recibir una denuncia presentada por dos abogados alemanes. Los letrados, Christian Sailer y Gert-Joachim Hetzel, critican la "estrategia del silencio" del Vaticano ante los escándalos de abusos sexuales, su política contraria al uso de preservativos contra el VIH/sida y las "coacciones y amenazas" contra los católicos disidentes.


Los demandantes, pertenecientes a la organización Universal Life considerada una secta en algunos estados presentaron el escrito, de 51 páginas, el pasado 14 de febrero. El Tribunal de La Haya deberá admitir o archivar la querella. Aunque esta última opción parece la más probable, de admitirse a trámite sería la primera vez en la historia moderna que un Papa de Roma es convocado por los tribunales civiles. Y es que, además de su autoridad moral como líder de la Iglesia, Joseph Ratzinger tiene la inmunidad diplomática propia de un jefe de Estado. Otras denuncias en EEUU e Irlanda no prosperaron.

El documento denuncia "el mantenimiento de un régimen mundial totalitario de coacción, que somete a sus miembros mediante amenazas terroríficas y peligrosas para la salud". También advierte de la "prohibición mortal del uso de preservativos", "incluso cuando existe el peligro de infección del VIH/sida". Finalmente, se acusa al papa de mantener un sistema de amparo a los delitos sexuales cometidos por sacerdotes católicos